La influencia británica en Baréin

Curiosidad de Bahrein: La influencia británica en Baréin

Al pasear por las calles de Manama, la influencia británica emerge inesperadamente en la arquitectura y en los viejos postes de la luz que alumbran sus avenidas. Este enclave en el Golfo Pérsico, Baréin, un país insular, teje una historia fascinante de colonialismo y modernidad. Desde la firma del primer tratado de amistad con el Reino Unido en 1820 hasta su independencia en 1971, los lazos culturales, políticos y económicos han moldeado de manera significativa su identidad. Esta interacción ha dejado huellas en la gestión gubernamental, en el sistema educativo y hasta en el deporte, especialmente en las carreras de caballos, una pasión que es compartida profundamente entre los bareiníes y los británicos. ¿Sabías que hasta el día de hoy, la influencia británica se puede percibir en el té de la tarde, un vestigio encantador de la época colonial? Este pequeño pero resiliente país del Golfo guarda secretos y anécdotas que revelan la compleja trama de su pasado colonial y su vibrante presente.


La influencia británica en Baréin

La presencia y el impacto del Reino Unido en Baréin se remontan al siglo XIX, dejando una huella inconfundible en la estructura política, económica y social del país. Este legado comenzó formalmente en 1820 cuando Baréin firmó un tratado general de paz con los británicos, buscando protección contra potenciales invasiones externas y piratería en las aguas regionales. Esta relación perduró hasta 1971, cuando Baréin obtuvo su independencia, pero los ecos de esa era todavía resuenan hoy.

Durante este periodo, el Reino Unido ejerció un notable control indirecto sobre Baréin, influenciando decisiones diplomáticas y de defensa. Sin embargo, la herencia británica es más palpable en el sistema legal y educativo de Baréin. La estructura judicial de Baréin fue modelada según la británica y, aunque hoy ha evolucionado, todavía se perciben similitudes claras. Igualmente, numerosas instituciones educativas siguen patrones británicos que realzan la importancia del bilingüismo en inglés y árabe.

Esta simbiosis cultural ha enriquecido a Baréin, dejando una sociedad que refleja tanto su identidad árabe como ciertos tintes de Occidente. Las huellas británicas no solo se encuentran en ámbitos gubernamentales o educativos, sino también en la vida diaria, como en las tradiciones del té y en el mundo del críquet, deporte que disfruta de gran popularidad en la isla. Es fascinante observar cómo se entrecruzan estas influencias, creando un mosaico cultural único que define a Baréin en la actualidad.


				
	
	

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