El concepto de Felicidad Nacional Bruta en Bután

En el corazón del Himalaya, Bután emerge no solo por sus impresionantes paisajes montañosos, sino también por un enfoque revolucionario hacia la prosperidad nacional. Allí, el concepto de Felicidad Nacional Bruta (FNB) redefine el verdadero significado del progreso. A diferencia de los indicadores tradicionales, como el PIB, que miden el éxito a través del crecimiento económico, Bután considera la felicidad y el bienestar de sus ciudadanos como la piedra angular de su desarrollo. Desde 1972, este pequeño reino ha priorizado sectores como la salud, la educación, y la conservación ambiental, argumentando que son tan críticos para la riqueza nacional como lo es la economía. La espiritualidad y la cohesión social juegan un papel fundamental en este enfoque holístico, invitando no solo a reflexionar sobre cómo medimos el éxito en nuestras propias vidas, sino también a explorar cómo un país puede florecer bajo principios tan innovadores. Este pintoresco país demuestra que el bienestar puede ser, de hecho, un indicador político y económico tangible y crucial.

La Felicidad Nacional Bruta de Bután

En Bután, el concepto de Felicidad Nacional Bruta (FNB) es más que una medida económica, es una filosofía estatal que infunde cada aspecto de la sociedad. Iniciado en la década de los 70 por el cuarto rey, Jigme Singye Wangchuck, la FNB se centra en el bienestar integral de sus ciudadanos más allá de los indicadores económicos como el PIB. Este índice único es una amalgama de nueve dimensiones que incluyen: bienestar psicológico, salud, educación, uso del tiempo, diversidad cultural, buen gobierno, vitalidad comunitaria, equilibrio ecológico y nivel de vida. Tashichhoedzong en Thimphu, un monasterio y fortaleza que sirve como el centro religioso y gubernamental del país, es un símbolo tangible de cómo la espiritualidad y la gobernabilidad están inseparablemente vinculadas bajo esta filosofía de vida. La FNB desafía las normas globales y resalta la visión específica y culturalmente enraizada de Bután hacia el desarrollo sostenible y el bienestar colectivo. Esto lo convierte en un experimento cultural y socioeconómico que no solo refleja la identidad de este pequeño reino del Himalaya, sino que también ofrece una perspectiva alternativa y valiosa sobre el desarrollo humano y la felicidad.