El deporte del lacrosse: Orígenes indígenas

Curiosidad de Canadá: El deporte del lacrosse: Orígenes indígenas

Desde los vastos y frondosos bosques de Canadá emergió un juego que hoy conocemos como lacrosse, cuyos golpes y carreras resonaban en los campos mucho antes de que llegaran los colonizadores europeos. Este deporte ancestral, originariamente llamado bagataway, era más que un simple pasatiempo para los pueblos indígenas: constituía un componente esencial en ceremonias espirituales y fungía como un microcosmo de la guerra, preparando a los hombres jóvenes para los conflictos. En la actualidad, este dinámico juego combina habilidad, estrategia y la profundidad de su legado cultural. Participar o presenciar un partido es sumergirse en una historia vibrante de contenidos y tradiciones, donde cada movimiento refleja cientos de años de práctica y pasión. Por ende, explorar el lacrosse es descubrir un rincón fascinante y espirituoso de la historia canadiense, un deporte que encapsula el vigor y el ingenio de sus pueblos originarios.


El Lacrosse: Raíces Profundas en la Tradición Indígena de Canadá

El lacrosse, más que un simple deporte, es un reflejo vívido de la historia y cultura indígena de Canadá. Originario de los pueblos nativos, este juego fue mucho más que una actividad recreativa, tenía un propósito ceremonial y educativo profundamente enraizado en las comunidades indígenas. Conocido entre muchas tribus como "el juego del Creador", el lacrosse se jugaba para curar a las personas, resolver conflictos y desarrollar fuertes guerreros.

Los encuentros podían involucrar entre cientos a miles de jugadores, y los partidos abarcaban vastas áreas, extendiéndose a veces desde el amanecer hasta el atardecer. Las reglas variaban significativamente entre diferentes tribus, lo que destaca la diversidad cultural del juego. Hoy, existen versiones modernas del lacrosse, pero todas retienen elementos de su origen indígena.

Impacto cultural y expansión en Canadá resultaron en que, en 1859, el lacrosse fue declarado el deporte nacional de verano por el Parlamento de Canadá. Este acto simbolizó no solo un reconocimiento del juego, sino también una integración de los valores indígenas dentro de la identidad nacional canadiense.

Actualmente, el lacrosse no solo es practicado por indígenas, sino por canadienses de diversas procedencias, mostrando así un magnífico ejemplo de cómo un deporte puede servir como puente entre diferentes culturas y generaciones. Eventualmente, la dimensión competitiva del lacrosse moderno ha evolucionado, incluyendo ligas profesionales y universitarias bien establecidas, y ha ganado una considerable popularidad internacional.

Es fascinante que, a pesar de las transformaciones, el espíritu del lacrosse como un medio de enseñanza, curación y celebración permanece intacto. Esto es un testimonio del respeto y honor que los canadienses, tanto indígenas como no indígenas, continúan otorgando a sus raíces culturales a través de este ancestral juego.


				
	
	

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