Casa de la Vall: Sede histórica del parlamento

Curiosidad de Andorra: Casa de la Vall: Sede histórica del parlamento

En el corazón de Andorra, un pequeño país encerrado entre majestuosas montañas pirenaicas, se oculta un tesoro arquitectónico y simbólico: la Casa de la Vall. Esta edificación, erigida en 1580, no es simplemente una casa antigua, fue el epicentro del poder legislativo andorrano hasta 2011. Pasea virtualmente por sus estancias para descubrir paredes repletas de historia y tradición. La salas con mobiliario de época parecen susurrar historias de las decisiones tomadas que han modelado el destino de este peculiar país. Observa los símbolos patrios y los detalles en cada esquina, que revelan el orgullo y la identidad de un pueblo que ha sabido equilibrar modernidad y tradiciones centenarias. La Casa de la Vall no es solo una visita arquitectónica, es un viaje a través del tiempo que ofrece una perspectiva única sobre cómo un pequeño país ha mantenido su soberanía y tradiciones diplomáticas. ¡Prepárate para una experiencia que despierta la curiosidad y el aprecio por la intrincada y fascinante historia de Andorra!


Casa de la Vall: Corazón Histórico de Andorra

En los serpenteantes caminos del Principado de Andorra, se encuentra la Casa de la Vall, un edificio emblemático que no solo es un tesoro arquitectónico sino también un espejo del sistema político andorrano. Construida en 1580, destacó inicialmente como la residencia de la familia Busquets. En 1702, fue transformada en la sede del Consejo General, el parlamento de Andorra, lo que marcó un hito en la democratización y en el autogobierno del territorio. Hoy en día, aunque el Consejo General se ha trasladado a una nueva ubicación desde 2011, la Casa de la Vall sigue siendo una visita obligada por su connotación histórica y su estructura única.

Los frescos, los escudos viejos sobre sus muros de piedra y su interior decorado con muebles de época reflejan la herencia cultural andorrana. Una de las características más sobresalientes es el 'Saló de Sessions', la sala donde el consejo deliberaba. Este lugar es un símbolo concreto del compromiso de Andorra con la democracia participativa, permitiendo a sus ciudadanos tener voz a través de sus representantes.

Además, la Casa de la Vall tiene una capilla dedicada a San Ermengol, enriqueciendo su valor espiritual y sumando a la profunda sensación de comunidad y tradición que impregna el lugar. La preservación de la Casa de la Vall demuestra el profundo respeto que tiene Andorra por su historia y la importancia que asigna a su legado político. Este resguardo no solo protege una estructura física, sino que también salva del olvido siglos de autonomía legislativa y orgullo nacional.


				
	
	

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