El vino Commandaria: El más antiguo del mundo

Desde las soleadas laderas de Chipre brota una leyenda líquida, el vino Commandaria, reconocido como el más antiguo del mundo aún en producción. Este néctar dorado, que antiguamente deleitaba paladares de reyes y caballeros, se fabrica únicamente en la región específica de Commandaria. Su proceso de elaboración, que ha perdurado a través de las edades, utiliza uvas locales Mavro y Xynisteri, expuestas al sol mediterráneo para su secado, concentrando así sus azúcares naturales. Esta técnica añeja, combinada con la fermentación en antiguas tinajas, da como resultado un vino dulce y robusto, con notas embriagadoras de caramelo, pasas y especias. Al probarlo, se viaja en el tiempo hasta el siglo VIII, reviviendo la historia con cada sorbo. Atravesando siglos de historia y geografía, el Commandaria no es solo una bebida, es un portal a la herencia cultural de Chipre, ofreciendo una experiencia que va más allá del placer gustativo.

Commandaria: El Legado Vinícola de Chipre

El Commandaria es más que un vino, es un símbolo histórico y cultural de Chipre, que refleja la rica herencia y la tradición vinícola de la isla. Reconocido oficialmente como el vino más antiguo del mundo aún en producción, el Commandaria ostenta una historia que se remonta a más de 4000 años. Este vino dulce, de un color ámbar profundo, se produce exclusivamente en la región vitivinícola del distrito de Limassol, en la denominada Zona de Commandaria, que abarca 14 aldeas.

Lo que hace única a esta bebida no es solo su antigüedad sino también su método de producción distintivo. Las uvas, principalmente de las variedades autóctonas Mavro y Xynisteri, se dejan sobremadurar en las vides bajo el intenso sol mediterráneo, y luego se recolectan manualmente. Posteriormente, las uvas se secan al sol para aumentar su concentración de azúcares. Tras la fermentación, el vino se envejece en barricas de roble por un mínimo de dos años, adquiriendo una complejidad que lo hace inconfundible.

El nombre "Commandaria" proviene de la época de las Cruzadas, cuando los caballeros de la Orden de San Juan comandaban la región y mejoraron el proceso de elaboración del vino, aunque su consumo ya estaba arraigado mucho antes, siendo incluso mencionado por poetas clásicos como Hesíodo. Este vínculo histórico ha hecho del Commandaria una bebida cargada de simbolismo y prestigio.

En la cultura chipriota, el Commandaria no es solamente un producto de exportación o una atracción turística, es parte esencial de las celebraciones y festividades. Tradicionalmente, se sirve en bodas y festines, simbolizando la alegría y la prosperidad. La producción de Commandaria está limitada y cuidadosamente controlada, lo que afirma su exclusividad y valor cultural.

Así, el Commandaria no solo es testigo de la historia chipriota, sino también un continuo contribuyente a su identidad cultural. Con cada copa, se brinda homenaje a las generaciones y la tierra que lo vieron nacer. A través de su sabor, narrativa y tradición, el Commandaria sigue siendo un embajador del patrimonio de Chipre en el mundo.