El calendario etíope: Año nuevo en septiembre

Celebrar la llegada del Año Nuevo cada septiembre podría sonar inusual, pero en Etiopía, esta es una hermosa realidad anclada en la rica tapeztria cultural del país. Mientras el resto del mundo espera con ansias diciembre o enero, los etíopes se congregan bajo cielos soleados para dar la bienvenida al año con el festival de Enkutatash. Este evento, que resplandece con cantos y danzas tradicionales, se basa en el calendario etíope, sorprendentemente distinto al gregoriano. Siete años detrás del calendario mundialmente dominante y con una configuración de doce meses de 30 días más uno de 5 o 6 días, su configuración despierta la curiosidad de propios y extraños. Además, ¿sabías que la cuenta de los años allí comienza desde lo que es considerado el nacimiento de Jesucristo según la interpretación de los estudios de eruditos ortodoxos? Este fascinante entrecruzamiento de fe, astronomía y cultura ofrece un exquisito plato para el apetito curioso del viajero y el estudioso por igual.
El Calendario Etíope y su Celebración Única del Año Nuevo
El calendario etíope, también conocido como calendario Ge'ez, es una fascinante manifestación de la identidad cultural y religiosa de Etiopía. Este calendario se distingue por tener 13 meses: 12 meses de 30 días y un mes adicional de 5 o 6 días, dependiendo de si es un año bisiesto. Lo que realmente captura la atención es que, según este sistema, el Año Nuevo se celebra el 11 de septiembre, conocido como Enkutatash, lo que se traduce como "regalo de joyas".
Enkutatash, que marca el fin de la temporada de lluvias y el comienzo de un período de floración, tiene sus raíces en la tradición bíblica de la Reina de Saba que, tras visitar al Rey Salomón en Jerusalén, regresó a Etiopía cargada de joyas. Hoy, este día no solo es simbólico de un nuevo comienzo sino que también se celebra con cantos, bailes y banquetes. Las familias se visitan mutuamente y se intercambian flores amarillas de Adey Abeba, un gesto que simboliza nueva vida y prosperidad.
El año nuevo etíope no solo marca un cambio de año sino que también refleja la profunda conexión entre la cultura, la religión y las costumbres agrícolas del país, pues la fecha está estrechamente ligada a los patrones estacionales agrícolas que son esenciales para la subsistencia de muchas comunidades rurales.
Este calendario es un ejemplo claro de cómo los sistemas de tiempo pueden ser únicos y cómo estos se entrelazan intrínsecamente con la identidad de un pueblo. Al celebrar el Año Nuevo, los etíopes no sólo conmemoran un evento histórico o un cambio en el calendario agrícola, sino que también renuevan sus lazos sociales y culturales, reafirmando la unidad y continuidad de la comunidad etíope a través del tiempo.
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