La influencia portuguesa y holandesa en Malasia

Curiosidad de Malasia: La influencia portuguesa y holandesa en Malasia

En la rica tapezseria cultural de Malasia, los hilos de la influencia portuguesa y holandesa se entrelazan de una manera fascinante. Durante el siglo XVI, llegaron al sudeste asiático aventureros y comerciantes europeos que dejaron una huella imborrable en la región. Malasia, en particular, cuenta con una herencia notablemente visible en la arquitectura de Malaca, donde ruinas de fortalezas portuguesas y elegantes casas coloniales holandesas pintan un cuadro vivido del pasado. Adicionalmente, el impacto se extiende a la gastronomía: platos como Devil's Curry y Rijsttafel son testimonios deliciosos de este entrecruce cultural. Este mosaico de influencias no solo aporta a la diversidad arquitectónica y culinaria, sino que también enriquece el pluralismo cultural de Malasia, ofreciendo una ventana única a la historia colonial en Asia. Te invitamos a explorar cómo estos poderes europeos moldearon y transformaron lo que hoy conocemos como Malasia, un destino donde el pasado y el presente convergen en armonía.


Influencia portuguesa y holandesa en Malasia

La rica herencia cultural de Malasia está profundamente marcada por las huellas dejadas por los colonizadores portugueses y holandeses. Estas influencias son especialmente palpables en la arquitectura, la gastronomía y el léxico del país. Malaca, un estado malayo, es quizás el mejor testimonio de esta fusión cultural.

Los portugueses, quienes llegaron a Malasia en 1511, introdujeron elementos arquitectónicos distintivos, como la famosa Porta de Santiago, una de las pocas partes de la fortaleza de A Famosa que aún se conserva hoy. Además, contribuyeron significativamente a la gastronomía local, destacando el "curry debal" (curry del Diablo), un plato picante que refleja la adaptación de la cocina portuguesa a los ingredientes locales.

Por otro lado, los holandeses, que tomaron el control de Malaca en 1641, dejaron su huella con robustos edificios coloniales, como el Stadthuys, conocido por ser uno de los edificios holandeses más antiguos en el oriente. Su influencia también se extiende a la culinaria, con el pastei de carne, adaptación del pastel de carne holandés.

Además de la arquitectura y la comida, el impacto lingüístico es notorio. Palabras como almari (armario) y tangga (escalera) en malayo derivan del portugués armário y del holandés trap respectivamente. Estos elementos se han entrelazado de manera única en el tejido de la cultura malaya, creando un rico tapiz de historia y tradición que continúa fascinando tanto a locales como a visitantes.


				
	
	

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