El vino de Massandra: Colecciones históricas en Crimea

Curiosidad de Ucrania: El vino de Massandra: Colecciones históricas en Crimea

Enclavada en la pintoresca península de Crimea, la bodega histórica de Massandra guarda un secreto vinícola que ha dejado boquiabiertos a aficionados y expertos por igual. Este enclave no solo es un paraíso para los amantes del vino, sino que también es hogar de una de las colecciones más antiguas y valiosas de vinos del mundo. Desde las doradas laderas que se hunden en el Mar Negro hasta los frescos túneles donde descansan botellas que datan del siglo XIX, cada rincón susurra leyendas de tiempos pasados. Lo que distingue a Massandra es su dedicación meticulosa a la conservación del elixir de los dioses, como lo demuestran sus impecables colecciones, que incluyen vinos degustados por zares e incluso por el mismísimo Winston Churchill. Sumérgete en este universo de sabores y aromas, y descubre cómo una región ucraniana logró conquistar los paladares más exigentes del planeta.


El vino de Massandra: colecciones históricas en Crimea en Ucrania

El vino de Massandra es una joya enológica que se encuentra en la península de Crimea, en Ucrania. Esta propiedad vinícola, establecida en 1894 por el zar Nicolás II, es famosa no solo por su producción de vino, sino también por albergar una de las colecciones de vino más antiguas y valiosas del mundo. Lo que hace única a la colección de Massandra es su “bodega imperial”, que guarda más de un millón de botellas de vino provenientes de todas partes de Europa y del Cáucaso, muchas de las cuales tienen más de un siglo de antigüedad.

El vino de Massandra tiene un sabor distintivo y una calidad extraordinaria, lo que lo ha convertido en una pieza fundamental de la herencia cultural de Ucrania. Por ejemplo, uno de los tesoros más conocidos de la bodega es un vino de Jerez de 1775, que se subastó en Londres en 1990 y alcanzó un precio de casi 50,000 dólares. Este tipo de eventos subraya la importancia y el reconocimiento internacional de los vinos de Massandra.

Además, la bodega de Massandra contribuye significativamente a la cultura vitivinícola local. Las técnicas tradicionales de vinificación que se han perfeccionado a lo largo de los años forman parte del patrimonio intangible de la región. Eventos culturales y festivales suelen celebrarse en la bodega, atrayendo tanto a expertos como a turistas. Estos eventos no solo brindan una oportunidad para degustar prestigiosos vinos, sino también para experimentar la rica historia de Crimea y su tradición enológica.

En resumen, el vino de Massandra no es solo una bebida, sino una cápsula del tiempo que conecta a Ucrania con su pasado imperial y con la evolución de la viticultura europea. La bodega y sus colecciones continúan siendo un punto de referencia clave en el panorama cultural y enológico de Ucrania.


				
	
	

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